07/28/2023 – Toma Fuerzas en el Señor

Eddy De La Hoz   -  

1 Samuel 30: 6 David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues el alma de todo el pueblo estaba llena de amargura, cada uno por sus hijos y por sus hijas. Pero David halló fortaleza en Jehová, su Dios, 7 y dijo al sacerdote Abiatar hijo de Ahimelec: «Te ruego que me acerques el efod». Abiatar acercó el efod a David, 8 y David consultó a Jehová diciendo: –¿Perseguiré a esta banda de salteadores? ¿Los podré alcanzar? Él le dijo: –Síguelos, porque ciertamente los alcanzarás, y de cierto librarás a los cautivos.

El secreto de la victoria del cristiano está en superar nuestras reacciones carnales y dar paso a nuestras reacciones espirituales. Vivir en el Espíritu no solo es adorar en la casa de Dios y en condiciones ideales; la vida en el Espíritu es sobre todo la superación de nuestro instinto carnal para dar lugar a un comportamiento sobrenatural dirigido por el Espíritu de Dios. Esto es imposible para el hombre natural, pero es esencial para el hombre espiritual.
¡La tentación requiere una reacción espiritual! ¡La Prueba requiere una reacción espiritual! ¡El conflicto requiere una reacción espiritual!

Muchas veces encontramos la mejor solución en el escape; en la huida; pero el Señor nos advierte una y otra vez que tenemos que enfrentar las pruebas, enfrentar el enemigo, resistirle en sometimiento a Dios. La Biblia nos manda a huir de la tentación porque la tentación es del diablo; pero a la prueba de Dios debemos resistir. La Biblia nos exhorta una y otra vez a no temer, a gozarnos en medio de la prueba. La iglesia ha buscado escapar del horno de la prueba, como un niño que busca excusas y no quiere bañarse.
El problema es que escapar es más peligroso que enfrentar el enemigo. Él debe huir de ti, no tú de él. Cuando escapamos sin enfrentar el problema, el enemigo, nuestras propias faltas, nos hacemos vulnerables al ataque del enemigo. Cuando nos rehusamos a pelear las batallas que el Señor permite, simplemente estamos posponiendo la batalla al tiempo que el enemigo escoja.

Hay muchos refugios cerca de la voluntad de Dios; pero tu único refugio seguro es el centro de la voluntad de Dios, el horno de fuego, la batalla si es necesario.