09/16/2024 – Vacas gordas, vacas flacas
Génesis 41: 25 Entonces respondió José a Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo; Dios ha mostrado a Faraón lo que va a hacer. 26 Las siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete años: el sueño es uno mismo. 27 También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son siete años; y las siete espigas menudas y marchitas del viento solano, siete años serán de hambre. 28 Esto es lo que respondo a Faraón. Lo que Dios va a hacer, lo ha mostrado a Faraón. 29 He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto. 30 Y tras ellos seguirán siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá la tierra. 31 Y aquella abundancia no se echará de ver, a causa del hambre siguiente la cual será gravísima
La abundancia material y espiritual vienen de Dios. Todo lo que alimenta viene de Dios, sea espiritual o material. Por más que te esfuerces tú no puedes crear alimento. Tu esfuerzo debe enfocarse en almacenar y administrar lo que Dios da, no en crear lo que tú quieres. Todo lo creado por el hombre perece y es vano. El dinero crea una prosperidad pasajera y ficticia. Cuando hay hambre y escasez de alimento. El dinero no lo puede crear. ¡Usa tu esfuerzo para obtener lo verdaderamente valioso!
La escasez es permitida por Dios cuando es el mejor instrumento para su propósito. Cuando el pueblo no escucha en la abundancia, Dios lo trae con la escasez. Jacob y sus hijos estaban lejos de la voluntad de Dios y El los trajo de vuelta a su plan por medio de la necesidad.
La tendencia natural es usar la abundancia material y espiritual para nuestro orgullo y el placer de la carne, para nuestros planes y propósitos. Somos inteligentes para ordeñar y matar las vacas gordas y para vender el trigo abundante. Lo cambiamos por dinero. Y el Señor nos dice no cambies el trigo por dinero, porque cuando venga la necesidad nada podrás hacer con el dinero. El tiempo de las vacas gordas es tiempo de edificar graneros para guardar el trigo. Guarda, atesora lo que yo te doy. No lo desperdicies porque un día te faltara. ¡Guarda la bendición- que no se pierda nada! ¡Guarda la palabra en tu corazón porque día a día te alimentara! Cuando venga la necesidad tendrás suficiente para ti, para tu familia y para todo aquel que necesite.