09/12/2024 – Dios nos manda a seguir adelante
Ezequiel 10 9 Miré, y vi cuatro ruedas junto a los querubines, junto a cada querubín una rueda; y el aspecto de las ruedas era como de crisólito. 10 En cuanto a su apariencia, las cuatro eran de una misma estructura, como si estuviera una en medio de otra. 11 Cuando andaban, hacia los cuatro frentes andaban; no se volvían cuando andaban, sino que al lugar adonde se volvía la primera, en pos de ella iban; no se volvían cuando andaban. 12 Todo su cuerpo, sus espaldas, sus manos, sus alas y las ruedas, todo estaba lleno de ojos alrededor de sus cuatro ruedas. 13 A las ruedas, oyéndolo yo, se les gritaba: «¡Rueda!»
=====================================================================================
La oportunidad que Dios nos da de arrepentirnos es la mejor muestra de su misericordia. El arrepentimiento nos permite ser completamente honestos acerca de nosotros mismos sin destruirnos. Al contrario, esa sinceridad nos ayuda a ser honestos en cuanto al pasado y a nuestras circunstancias, a reconocer y desechar lo malo y a escoger y buscar lo bueno. Pecar es retroceder. Dios solo marcha adelante. Dejar lo bueno es retroceder. He visto a tantos comenzar y cansarse en el camino. No dejes de hacer lo que estás haciendo, no dejes de orar, no dejes de servir, no disminuyas, vamos derecho hacia adelante. No retrocedas.
No queremos soltar el pasado. No queremos cambiar. El Señor vino a transformarnos mediante la renovación de nuestro entendimiento. El pueblo de Dios lloraba junto a los ríos de Babilonia. El Señor nos dice hoy: deja de llorar por lo que paso. La Gloria del Señor sigue marchando. Es necesario que sea destruido todo aquello en lo que depositamos nuestra confianza porque no es capaz de alcanzar el propósito de Dios. Pero adelante hay Victoria, no por nuestros medios sino los suyos.
Dios se mueve en todo lugar. ¿Porque seguimos añorando lo que ya no es? En lo que somos hoy, en lo que tenemos, Dios se quiere glorificar aquí, ahora, en tu vida, en tus circunstancias, con lo que tienes, con lo que eres. ¡Él quiere mostrarte que Él es tu provisión! ¡Él es tu santuario!